sábado, 20 de marzo de 2010

Dame un abrazo

Alguien dijo alguna vez, que nosotros mismos somos nuestro peor enemigo.
Gran verdad si señor!!! Y mas que nosotros mismos, yo diría que nuestros miedos, aunque creo que en esto tampoco soy pionera y hace mucho que la gente dice por ahí que nuestros miedos son los que nos ponen las barreras para seguir muchas veces adelante con nuestras vidas.
Pero…. Yo tengo una pregunta, cuando sabemos que lo que no nos deja avanzar es el miedo y no el echo de que uno mismo no quiera hacerlo… la vagancia, la comodidad de la situación actual etc. Yo ahora mismo, si he de ser sincera no se que es lo que me impide avanzar como me gustaría, aunque reconozco que me declino en un 80 % por el miedo. Y ¿miedo a que? Pues muy sencillo, miedo a la felicidad, al amor.

Cuando decidí dar el paso, cambiar mi vida de repente, mudándome a otra ciudad fui consciente de los riesgos que corría, y los asumí con valentía pero… no pensaba que las cosas me fueran a llegar tan rápido y menos las cosas con las que no contaba, pues es evidente que un trabajo fuera de lo que fuera debería de encontrar. Hasta ahí bien, no me quejo, ha salido algo bastante interesante y me gusta el reto. El tema de la casa….. con solución a corto plazo… pero ahí algo con lo que si que no contaba y ese algo tiene nombre y apellidos. Y ese algo, aparte de robarme el corazón hace que a la vez que mis miedos se esfuman, otros se cuelen por las rendijas, creando inconscientemente un caos emocional, nuevo y desconocido para mi. Como bien dije en mi otra entrada al blog, no conocía gente buena de verdad como pareja, rollo, yo que se…..

No quiero pedirte imposibles, ni reproches que yo mismas desconozco, esta vez he decidido ser realista y no voy a llevarme la contraria ahora. Pero hay cosas que se escapan de mi control, que huyen, que no quieren ser controladas ni por mi cabeza ni por eso a lo que llamamos sentimientos. Tanto que decirte sin saber siquiera por donde empezar a hacerlo. Sólo se que sin quererlo me he enamorado y como esas cosas no se planean y llegan sin más, cuando te das cuenta es demasiado tarde para echar a correr, aparte de cobarde claro esta y seré muchas cosas pero creo que nunca podrán tacharme de cobarde. Apareces de repente de entre la nada, si es cierto que me llamas la atención, pero no quiero meterme en camisas de 11 varas así que no hago mucho caso a nuestras conversaciones, y casi sin darnos cuenta un buen día nos vemos como compañeros de viaje con un mismo destino, una buena historia, anécdota para recordar. No acostumbro a conocer gente en viajes a Asturias pero sin duda alguna volvería a repetir, todos y cada uno de los pasos que me han llevado hasta a ti. Me encanta descubrirte, cada día con todas las cosas que ello conlleva. Pero al igual que me encanta me aterra, no es fácil verse a una misma metiéndose en algo de lo que no sabe si saldrá airosa. Me gustas mucho, muchísimo el echo de que escriba todo esto como si tuviera 13 años es una muestra de mi idiotez y desconocimiento hacía el “amor”. Ya te dije que no se medir y creo que ese es el principal motivo de este discurso. No se lo que esta bien o mal, no se que hacer para no agobiarte, ni para decirte lo muchísimo que me importas sin parecer una loca. Como he dicho, apenas nos conocemos por eso reconozco que mis sentimientos esta quizás algo fuera de lugar. Aun así, se lo que siento de eso no tengo dudas por eso se que te quiero en 39 días, y que quiero conocerte más y compartir muchas cosas de mi vida contigo. Pero como en todo hay un pero, bueno, seguro que hay mas de uno y es que necesito tu ayuda y no se como pedírtela. He tenido mala suerte o mejor dicho mal ojo en mis relaciones anteriores por eso ahora quiero hacer las cosas bien. No quiero perderme, tener la sensación de no saber donde estoy, quiero saber por donde voy caminando, como dice una buena amiga mía, yo en ocasiones necesito que me den las cosas algo masticadas, pues cuando intento sacar mis propias conclusiones, mi cabeza da tantas vueltas que siempre se espera lo peor, y eso, precisamente eso, es uno de mis principales objetivos de cambio. Me cuidas, me mimas, me tratas genial, me gusta como miras en ocasiones sin decir nada y me encanta hacer lo mismo contigo pero quiero guardas las distancias a la vez que quiero estar cada día más cerca de ti. Dime que he de hacer para no equivocarme, para no asustarme para dejar de pensar que quizás estoy esperando demasiado. Cógeme de la mano y muéstrame el camino, ayúdame a espolvorear el miedo de mis pasos, para que el polvo que quede por detrás, se el principio de un nuevo camino.

miércoles, 10 de marzo de 2010

El camino...

Me cuesta mucho expresarme, pensé que cuando fuera creciendo esto mejoraría, pero es todo lo contrarío, voy perdiendo lo que no ejercito, y después de 10 años por fin pude tener parte de la conversación que tanto necesitaba, y el resultado, no fue tal y como pensaba, te hice entender, que aquello que no se conoce no se puede criticar, que hay movimientos en el alma que uno no tiene porque entender del todo, que la necesidad de crear y expresarme por otros medios que no son los convencionales, son las inquietudes que tiene mi vida, que a pesar de los años, siempre me he sentido igual de incomprendida, al principio pensé que era la adolescencia, pero hace mucho que pasó, y el sentimiento sigue ahí, creo que tiene más que ver con mi forma de sentir, mi forma de ser, sé que no se me da bien decir lo que siento, no se me da bien hablar contigo de cosas que van más allá de los problemas cotidianos, de todo lo que mi alma se retuerce, de todos los oscuros pasillos que tengo que recorrer cada día para salir, y es que cuando la vida no te da más opciones, no puedes pensar con otras miras que no sean las de la propia practicidad… pero por mucho tiempo que pase, por mucho que viva, por muy bajo que nade, sé que esto que está dentro de mí, tiene que salir, y seguiré buscando los caminos para que lo veas, y seguiré buscando tu aprobación, hasta que sea claro como el agua, que te equivocaste, que hay más caminos que los estrictamente impuestos, y que valgo para ello, que puedo darle rienda suelta en la profesión que elija, y es que no pienso quedarme a medias, me da igual el tiempo que tarde en recorrer el camino, pero algún día, en algún cuadro, en alguna joya, quizás en alguna fotografía, lo podrás ver, y ese será el día que guardaré en mi corazón, el día que tanto espero, llegará.
Mientras tanto, me escribo esto para recordarme, que tengo un camino, y que por muchos senderos que tome hasta llegar a mi meta, no puedo olvidarme de seguir trabajando para aquello para lo que nací, no puedo olvidarme de escribir mis cuentos inconclusos, de ver la belleza y la oscuridad que me rodea y reflejarlo en todo lo que haga, y es que puedo demostrar que se puede vivir de cualquier don, aunque este no sea el mejor, siempre que se tenga tesón y ganas. Tengo que demostrarme algo, y no pararé hasta conseguirlo, tengo un plan establecido, y me da igual que se retrase, lo conseguiré, si mantengo mi mente en ello, si recuerdo, si vivo, si amo…