martes, 29 de diciembre de 2009

MI NUEVO DESTINO

Con las maletas echas, sentada frente a la ventana, fumándome un cigarro miro al cielo y pienso en que la luna hoy brilla de una forma diferente. Hace frío y llueve pero no me importa, estoy tan concentrada en mis pensamientos que las congeladas gotas de agua que caen sobre mis manos no consiguen que deje de prestar atención a la luna. Un cosquilleo recorre mi cuerpo, no consigo definirlo. Normalmente tengo la capacidad de descifrar los mensajes que mi organismo me manda pero este es diferente y desconocido, nunca antes un hormigueo de este tipo me había sacudido y es por fin cuando la luna pasa a un segundo plano y me centro en mi misma, cerrando los ojos e intentando analizar el porque de esa sensación.

Giro mi cabeza, hacía la habitación y vuelvo a observar mi maleta, cerrada, con una pequeña bolsa entre abierta sobre ella para los artículos olvidados de ultima hora, en la silla la ropa preparada para no perder tiempo en la mañana, mi armario casi vacío y un montón de recuerdos desperdigados por mi habitación en forma de cuadros, fotos etc. Mi gata acurrucada consigo misma sobre mi cama me mira y miaga como pidiéndome que me acueste de una vez para poder acurrucarse conmigo ya que tardaremos en volver a dormir juntas. Pero giro mi cabeza y se vuelve a recostar, sabe que esta noche para mi es especial y larga así que resignada vuelve a esconderse bajo la manta.

Vuelvo a girar mi cabeza, miro de nuevo al cielo y cierro mis ojos, hago un pase rápido de diapositivas, las diapositivas de mi vida…. Que en ocasiones se ha mostrado tan adversa y complicada. Hay diapositivas llenas de lagrimas, de miedo, de dolor son de tonos azules oscuros y grisáceos pero grandes. Ocupan gran parte de mi visión y no me dejan ver las luces de colores que aparecen al fondo de mi cabeza. Haciendo un esfuerzo, logro esquivar lo oscuro y encuentro las diapositivas llenas de luz, de sonrisas, de amor, de alegrías y carcajadas incontroladas, de todos esos momentos tan mágicos y únicos que han hecho que mi vida sea tan llena y tan maravillosa. Las diapositivas oscuras quieren ocupar ese hueco, pero no, en ese hueco solo caben los colores y son esos lo que merece la pena tener cerca. Es mejor olvidarse y sonreír que recordar y entristecerse. Es entonces cuando vuelvo a abrir los ojos y descubro por fin el porque de ese hormigueo que me persigue, es la luna que me mira brillante y me dice entre la frialdad de la noche y el silencio que no tenga miedo. - No lo tengo. La contesto pero me guiña un ojo tímida como diciéndome que no intente engañarla aunque comprende mi intento. Asiento mi cabeza, cierro mi ventana miro a mi gata y me meto en la cama dejándola el hueco entre mis piernas y mi estomago para que se haga una bola. Noto su calor, suspiro, la acaricio y cierro los ojos con un ultimo pensamiento que me aborda la cabeza…
El miedo existe dentro de mi, pero podré con el, los cambios son buenos aunque no sean fáciles y siempre tendré consuelo de decirme a mi misma si sale mal que lo he intentado. Junto a los recuerdos dejo personas importantes pero si son tan importantes como creo seguirán ahí aunque pase la eternidad. Mientras me acerco lentamente al mundo de los sueños el miedo se desvanece y la paz va absorbiendo mi cuerpo. Dormiré pocas horas para el viaje, pero será el viaje que marque un antes y un después en mi vida. Es el comienzo de mi nuevo destino.

martes, 22 de diciembre de 2009

Te lo dije...

No quiero decirte que te lo dije, no quiero acercarme a ti y tener que darte una abrazo porque de nuevo has apostado al caballo cojo, me encantaría cogerte de la mano y mostrarte bajo mis ojos, que todo es mucho más sencillo y que si ahora fuerzas la situación, que te quedará para después, que esperanza o futuro tienes, para que los demás pasos no vayan igual de forzados.


Uno tiene que ser como es, y si el miedo puede con un sentimiento de amor, es que este no es demasiado fuerte, porque cuando dicen que el amor mueve montañas, yo te digo que es verdad, y ya sé que no eres como los demás, y también sé que da igual lo que te digan, lo que yo te diga, porque sólo tienes que escuchar las palabras del amor, para saber que no es lo que esperas, que tanto trabajo te va a dejar en blanco y con la esperanza rota otra vez...


Agarrarte a un clavo ardiendo no va a darte una salida, no va a hacer que ese amor que tanto ansías encontrar llegue antes.


No puedes seguir esperando, aguantando carros y carretas en nombre del amor, porque te estás equivocando otra vez, sigue tu propia estrella, pero aprende a ver más allá, no sólo lo que te interesa ver.


Ojala me equivoque, gustosamente me retractare de mis palabras, y entonces espero me hables del amor, ese sencillo y rebosante que tanto te mereces, aquel que puede mover montañas, cambiar mareas y construir castillos.