Veritas liberabit vos

"La verdad os hará libres". Aunque suena a frase de filósofo griego la pronunció un tocayo mío hace cosa de 20 siglos. Por aquel entonces trataba de meter en la dura mollera de sus coetáneos que uno puede ser esclavo sin saberlo y que la mejor forma de ser libre es conocer y elegir gracias a ese conocimiento. Desgraciadamente, hay dos posturas mucho más comunes que la de la búsqueda de la verdad.

La primera es la de aquel a quien no le interesa la verdad porque intuye que podría hacer tambalear el castillo de naipes que con tanto esfuerzo ha construido en su vida. Si la persona es lo suficientemente hábil puede conseguir esquivar la verdad hasta el día de su muerte y vivir en un estado de "estoy contento" a pocos (pero vitales) pasos de la felicidad y la libertad.

La segunda es mucho peor. La segunda es la actitud de aquel que se cree en posesión de la verdad y, por tanto, deja de buscarla y cierra ojos y oidos a cualquier otra opinión. Máxime si esa opinión vienen de los que son "menos sabios".

Es un tanto doloroso pelear contra gente que están dentro (o cerca) de este segundo grupo. Es como una pelea sin fin en la que puede parecer que se dan pasos pero... el individuo y "su" verdad son uno y cambiarlo... como toda batalla puede provocar daños colaterales.

El tren de la seguridad

El poder de la mente es tan fuerte que creo que pocas personas en el mundo tiene la capacidad de entender los estímulos y necesidades en cada momento de nuestras vidas. Las diferentes fases que en ella experimentamos , las personas que pasan por el umbral de nuestra puerta…las que se quedan a vivir con nosotros ya sea en lejanía o cercanía y las que pasan dejando algún recuerdo o alguna enseñanza para las hazañas venideras.
Es bonito pensar que cada cosa que vivimos nos enseña algo ya sea bueno o malo, pero no deja de ser una enseñanza útil. Cuantas veces nos lamentamos pensando en por qué nos ha pasado esto a nosotros y no al vecino de en frente…. Pero yo creo que debemos agradecer a que quien quiera que sea nos ponga obstáculos en la vida , pera aprender de ellos y no vivir nuestra historia con excesiva ignorancia. He estado pensando en lo bonito que es que cada persona que pasa por tu vida te aporte su granito de arena, sus experiencias, su manera de ver las cosas….
Para mi el cariño, al amor, los mimos…son algo que forman parte de mi vida al 100 por 100.Son mas que un placer, una necesidad . Una necesidad fuerte sin llegar a ser dependiente de los mismos, pero adoro la sensación de sentir un abrazo de verdad, una caricia, un beso… Es tan gratificante saber que hay gente a tu alrededor dispuesta a darte un abrazo sincero que todos los problemas subyacente quedan relegados a un segundo plano. Porque hay algo que si dijo Dios y que es realmente cierto, no se puede vivir sin amor. Y el amor es una palabra tan grande que abarca gran cantidad de campos, no sólo el amor en la pareja que es un amor sincero y precioso, si no el amor de toda la gente que te quiere y que se preocupa por ti. La familia, los amigos….No se puede vivir sin amor, porque si no tienes amor en tu corazón estas muerto por dentro.
Echo de menos tener a alguien que me rodee con sus brazos al anochecer, que me mire a los ojos y me diga con la mirada que me quiere y con palabras que todo va a salir bien, echo de menos una sonrisa por la mañana y una caricia en la nuca cuando pase tras mi espalda. Echo de menos tener la sensación de que si una bomba cayera a mi lado nada me pasaría estando a su lado, echo de menos recostarme en su regazo como un gato zalamero por la mañana. Echo de menos los besos, las caricias, los abrazos….Echo de menos lo que pocas veces he tenido y quizás ese sea el motivo por el que lo eche de menos. Echo de menos sentir, amar, desear .Echo de menos las mariposas en el estómago al verle, los respigos al sentir un sms en el móvil….Quiero sentirme de nuevo amada, querida, quiero sentir el amor verdadero y no películas de mentira. Todo llegará y tu, que estas en algún lugar de este mundo serás quien me haga feliz de verdad, sin mentiras ni intereses, tu que andas en algún lugar no muy lejano aparecerás un buen día sin tenerlo pensado y yo, sin ningún tipo de obligación te entregare mi amor, incondicional y verdadero a expensas de que sepas aprovecharlo de verdad y no seas tan tonto como para dejarlo escapar.
Ahora es cuando si se que estoy preparada para empezar ese camino, ahora estoy entera, ahora vuelvo a ser yo. Ahora a los que habéis quedado atrás os veo como lo que realmente sois. Ahora me río a carcajadas en la oscuridad y pienso en que precisamente por lo que comenzaba este escrito; por el poder de la mente tengo la capacidad de ver la realidad desde un punto de vista real. Ahora el miedo se ha esfumado y la seguridad se ha quedado a vivir conmigo, Ahora no tendríais nada que hacer. Ahora noto que por fin, desde hace mucho tiempo soy feliz y libre de pensamientos oscuros que enturbien mi mente y mi seguridad.
Gracias a todos los que habéis pasado por mi vida, a todas las personas que he conocido; en el trabajo, campamentos, sitios donde he vivido etc etc porque de todos, absolutamente de todos he aprendido cosas. Es muy grande poder acostarte por las noches y que tu último pensamiento sea algo feliz y positivo y que tu conciencia te deje descansar. La vida desde aquí se ve de otra manera, hacía muchísimo tiempo que no estaba subida en este tren, ahora se que pase lo que pase, nadie volverá a bajarme de el.

Si mi tiempo fuera mío.

Si mi tiempo fuera mío, y no tuviera que dedicarme a ganar dinero para luego pagar todas las cosas que “necesito” tener quizás, cogería mi mochila, la sabría llenar de lo imprescindible para vivir, y te invitaría a un viaje sin retorno, para enriquecer los ojos de nuestras almas.
Podríamos ver las maravillas que esconde el mundo, sin necesidad de poner una fecha de vuelta, de tener un hogar construido con ladrillos y bonitas paredes, porque si mi tiempo fuera mío, mi espíritu estaría más presente en mi día a día, no tendría porque ser práctica, y en cada momento sabría que mi hogar está, donde tú estés.
Vivir el día a día no sería un sufrido esfuerzo por llegar al fin de semana, y si mi tiempo fuera mío, tendría tardes enteras con las personas que quiero, sin un reloj que contara los minutos de los quehaceres que quedan para mañana.
Y es que en otra vida, o quizás al final de esta, mi tiempo será mío, y quizás sea entonces cuando no sepa que hacer con él.

Una frase que me encanta dice algo así, como que no podemos elegir el tiempo que se nos ha concedido, pero si que hacer con él. Sé que llegar a un equilibrio es sumamente difícil, sé que demando demasiado tiempo y que a veces se me va entre las manos.
Las elecciones que he tomado, y las que no, conforman mi presente, en el cuál me siento bien, aunque inacabada, ir cerrando puertas, empieza a ser una necesidad anímica tan importante como respirar.